domingo, 27 de febrero de 2011

Atlangatepec

Este municipio lo expuso mi amigo y compañero, Randy Pinillo, tuve la oportunidad de entrevistarlo y estos fueron los resultados:
¿Qué municipio te tocó, y que significa?
Atlangatepec, cerro de las aguas hacia abajo
¿Cuánto tiempo necesitaste para concluir tu trabajo?
Alrededor de una semana
¿Has visto otras exposiciones?
Si, unas cuantas, mientas no me tocaba exponer
¿Qué te gustó más?
La comida, y las artesanías, ya que son cosas que no había visto ni probado antes...
¿Qué fuentes de información consultaste para concluir tu trabajo?
Visite el lugar, y algunas páginas de internet
¿Cuál es la fauna del lugar?
  • Toros de lidia
  • Charales
  • Conejo
  • Tlacuache
  • Pato
  • Borregos
  • Vacas
¿Cuáles son sus atractivos turísticos?
  • Rancho Olivares
  • Hacienda de San Pedro Ecatepec
  • Hacienda Tezoyo
  • Zocac
¿Qué eventos destacan?
La fiesta del 2 de marzo con su tradicional carnaval de influencia indígena, los bien conocidos HUEHUES

Con estas preguntas finalice la entrevista al conocido municipio de Atlangatepec.

La producción en cerámica teotihuacana de Atlangatepec, consistió básicamente en: cajetes con paredes y bases convexas; cajetes y platos de base plana y paredes convexas; tecomates; ollas, floreros, así como vajilla miniatura. La técnica usada para la decoración fue a base de excavaciones o de pintura, representando elementos geométricos y ciertos rasgos simbólicos.

A la llegada de los españoles, Atlangatepec parece ser un señorío con cierto grado de independencia de los señoríos tlaxcaltecas. Es muy probable que también sirviera como puesto fronterizo, pues en sus inmediaciones se llevaban a cabo combates entre la Triple Alianza del Valle de México y los señoríos de Tlaxcala, Huejotzingo y Cholula, además de Tliliuhquitepec, un señorío otomí ya desaparecido, cuyos guerreros por su destreza y valentía eran apreciados para los sacrificios en el templo mayor de Tenochtitlán.
Como dato interesante para el señorío de Texcoco y desde luego para Atlangatepec, las crónicas recuerdan que esta última dio asilo al niño que años más tarde se convertiría en señor de Texcoco, Netzahualcoyotl, uno de los poetas más recordados de la antigüedad mexicana. La vieja laguna de Atlangatepec y los vigilantes cerros de Tezoyo y Tliltepec, fueron el escenario que daría fuerza e inspiración a tan destacado personaje, para legar una obra de gran sensibilidad y belleza.